Alois ARNEGGER

Alois Arnegger completó sus estudios de arte en la renombrada Academia de Bellas Artes de Viena bajo la tutela de profesores de renombre como Robert Russ y August Eisenmenger. Sus extraordinarias dotes como paisajista le valieron rápidamente el reconocimiento de la escena artística. En los primeros años de su carrera, se dedicó especialmente a representar paisajes austriacos, incluidos los majestuosos Alpes y el pintoresco pueblo vinícola de Senftenberg, donde le gustaba pasar sus vacaciones de verano. El idílico Hinterbrühl, lugar de nacimiento de cuatro de sus seis hijos -Gottfried (1908), Maria (1909), Auguste (1912) y Ernest (1917)- también le sirvió de fuente de inspiración.

En la década de 1920, tras realizar numerosos viajes de estudios por Italia, Arnegger se centró cada vez más en los paisajes costeros mediterráneos. Sus obras atestiguan su fascinación por lugares como Nápoles, Capri y San Remo, que plasmó con pinceladas magistrales y sentido de la atmósfera.

Siguiendo la tradición de otros paisajistas de su época, Arnegger se esforzó por tranquilizar a una sociedad marcada por la industrialización y las guerras. Intentó reavivar su anhelo de una naturaleza y un mundo intactos, a menudo bajo la forma del llamado «romanticismo alpino». Con este empeño, llegó a alcanzar una fama considerable.

Alois Arnegger murió en Viena en 1963 a la edad de 84 años. Su hijo, Gottfried Arnegger (1908-1943), también siguió la trayectoria artística de la familia y se hizo un nombre como pintor.